Dentro de un marco de 17 grandes postulantes, el jurado de este año decidió entregarle el Premio Nacional de Literatura a Manuel Silva Acevedo. El poeta, nacido en el 1942, estudió literatura y periodismo en la Universidad de Chile y fue presidente de la Academia de Letras en en 1959. Su primer libro se tituló Perturbaciones (1067), seguido luego de otros destacados como Mester de Bastardía (1977), Terrores diurnos (1982), Palos de ciego (1982), Canto rodado (1995, siendo su publicación más reciente Campo de Amarte (2006). Su obra se ha publicado en otros países como Alemania, España, Suecia, Francia y Estados Unidos.
El jurado en esta ocasión estuvo compuesto por; Jaime Espinoza, representante del Consejo de Rectores; Ennio Vivaldi, rector de la Universidad de Chile; Adriana Valdés, representante de la Academia Chilena de la Lengua, y Adriana Delpiano, ministra de educación.
Dentro de los postulantes a este premio, también se encontraba Elvira Hernández, Elicura Chihuailaf, Delia Domínguez, Pedro Lastra, Claudio Bertoni, Floridor Pérez, Jaime Quezada, entre otros. Si bien todos los postulantes presentaban importantes razones para haber sido merecedores del premio, finalmente el galardonado fue el escritor Manuel Silva, quien se adjudica 18 millones y una pensión vitalicia de novecientos mil pesos mensuales, no menor si pensamos en las denuncias a las AFP hoy en Chile.
En relación a los tópicos que el poeta retrata en su obra, y que se reitera en varios de sus poemarios, es la figura femenina. Esta toma una presencia importante en relación al estado en que se encuentra la voz poética y se repetida constantemente como un sujeto al que se apela. Esta representación en su mayoría se transmite como un otro que es un reflejo opuesto, no así una identidad. Entre sus poemas encontramos algunos como:
cierta viuda
según los expedientes, a fojas trece
su señor esposo alquiló este cuarto
se tendió en esta cama
se introdujo este revólver en la boca
y gatilló… perdona la crudeza.
Ayudándola a sentir, muy buenas tardes.
muchacha del circo
Amo tus piernas verticales de trapecista
Yo, único espectador maravillado
en las graderías vacías.
Peligrosamente surcas el aire
No alcanzas a atrapar la barra del trapecio
Un grito de multitud estalla en mis oídos
y la boca me revienta en sangre.
contra natura
Ven y toca, me dijo la vieja
y me ofreció los pechos
Ayer un hombre reclinó en ellos su cabeza
y los llamó rosas, jazmines, coronas de espina.
contra natura
Toda música la mujer mamífera
Toda leche fluyendo melodiosa
Y el hombre reclina la cabeza
para escuchar.
Del libro:
Ahora bien, independiente del resultado de este Premio, cabe preguntarse sobre el objetivo y los procesos de este título que se lleva el nombre de nacional. En términos de qué tan efectivamente nacional es y, ¿en qué medida está representando la opinión u opción de la mayoría de las personas de esta nación que llamamos Chile? En relación a lo mismo, e incluso anterior a esto, es posible también preguntarse, qué rol está cumpliendo; ¿es un espacio que premia a los mejores escritores nacionales?¿Cuántos y bajo qué términos se configura el buen y mal escritor? En la historia de los escritores premiados con este título, ¿son efectivamente quienes tienen, o han tenido, un mayor impacto dentro de la literatura y lo social, tanto en Chile como en el exterior?
Es interesante, además, que entre los poetas que nunca obtuvieron el Premio Nacional de Literatura estaban:
Jorge Teillier
Vicente Huidobro
Enrique Lihn
Dibujo de Pablo Tauler, de Pfeiffer.cl