Pistila del gen lumínico (Tinta Negra Microeditorial, 2024) de Camila Almendra es un poemario que se despliega como un mosaico de poesía, ciencia ficción y reflexión filosófica. A través de un lenguaje evocador y una estructura fragmentada, la autora nos invita a un viaje introspectivo y multidimensional que explora temas de identidad, memoria y la relación simbiótica entre humanidad y naturaleza.
La obra abre una pregunta difícil de evadir: ¿cómo se construye un imaginario poético de ciencia ficción en un lugar donde los conceptos hegemónicos de ciencia (europeos y estadounidenses) no coinciden con los que hemos construido como culturas atravesadas por nuestra herencia originaria? Uno de los temas centrales de la obra es la exploración de la identidad a través de la figura de Pistila, una entidad mística que personifica la conexión entre lo humano y lo natural, descrita como una presencia femenina o hermafrodita. Es una figura que desafía las categorizaciones tradicionales y simboliza la fluidez y multiplicidad de la identidad, a través de un imaginario sureño ambientado en el futuro, una distopía con tintes de clima-ficción.
El motivo del gen lumínico es particularmente significativo: una emanación de la energía vital y la esencia divina que atraviesa el texto y dota a Pistila de una cualidad casisobrenatural. Este gen es descrito como una:
divina molécula, don bíblico, estados místicos
energía telúrica que emana de la tierra convocada desde el cielo (p. 14)
Esto resalta la fusión de lo sagrado con lo terrenal. Funciona como un espejo del presente más que del futuro: la meditación en torno a las consecuencias sociales y biológicas mediante la intervención de la tecnología, el medioambiente al borde del colapso, el fascismo recalcitrante, la negación de un pasado en dictadura; pero también nos invita a amar la tierra, a no olvidar a nuestros muertos, a guardar la semilla para que el árbol nativo nunca muera y los bosques permanezcan inmutables a la intervención humana
Clave de la tierra: tan acuosa
acomodarse en una pequeña excavación y germinar.
De los brotes que vendrán, será placer mi frontera (p 68).
El estilo de Almendra es simbólico y cargado de imágenes que se pasean entre lo onírico y lo realista, creando una atmósfera de ensoñación y misterio. La estructura fragmentada del texto, con saltos entre diferentes tiempos y espacios, refleja la naturaleza caleidoscópica de la memoria y la experiencia humana. Por momentos, esto puede ser desorientador, pero también ofrece una profundidad que invita a la relectura y a la interpretación múltiple. La autora nos invita a sumergirnos en este mundo del que podemos salir ilesos o no.
Pistila del gen lumínico puede leerse como una respuesta poética a las crisis contemporáneas, tanto ecológicas como sociales. La obra hace una crítica a la destrucción medioambiental y la corrupción política, temas que están presentes en las alusiones a la «democracia aparente» y el «Estado corrompido», sugiriendo que las estructuras de poder actuales están más interesadas en mantener el control y los beneficios a corto plazo que en el bienestar a largo plazo de la sociedad y el planeta. Como dice la autora en sus versos:
Una generación de Pistila y, setenta y siete años después
la misma encarnación: hija criogenizada en Dictadura,
ha despertado en una aparente democracia de un Estado corrompido desde su nacimiento
manchado de rojo por los pobres (p.28).
Al mismo tiempo, el texto ofrece una visión esperanzadora al imaginar una nueva forma de existencia que surge de la simbiosis con la naturaleza y el redescubrimiento de la espiritualidad. En este sentido, la obra de Camila Almendra se alinea con corrientes literarias y filosóficas que abogan por una reconexión profunda con el mundo natural.
La poeta nos ofrece algo poco usual en la poesía que se está publicando en Chile en la actualidad: la capacidad de la imaginación más allá de la experiencia individual y nos invita a reflexionar sobre nuestras raíces y nuestro futuro a través de una voz distinta y necesaria en la tan desgastada poesía que se mira al ombligo. Pistila del gen lumínico viene a desafiar cualquier prejuicio o discusión inútil sobre si la poesía de ciencia ficción existe o no y nos deja en claro que el único requisito que la poesía demanda es la emoción, y esta sucede en el cuerpo, un cuerpo colectivo que es partícipe de las consecuencias del capitalismo. Unos versos a destacar que resumen el regreso al cuerpo a través de lo que nos trae el futuro y que funciona como el germen de Pistila:
Al mismo pulso de mi sangre con la vibración
encuentro el amor en este robot.
Una extensión afectuosa de mí(p. 61).
