Artes escénicas

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Inchiw y Weza pewma: colectivizar la pesadilla de un pueblo

En Wallmapu los amaneceres dibujan un paisaje misterioso: el rocío sobre las plantas, una sábana de niebla sobre el verde lecho del campo que arropa la vegetación y un leve humo de estufas a leña que deja sentir la aromática mañana con el rumor de la tierra que despierta, mientras el sol sube. También los amaneceres pueden estar cubiertos por 190 policías en alguna zona como Freire o cualquier otra comunidad de Wallmapu.

EL MAL SUEÑO

La gente vive el espanto de ser levantada de la cama por la madrugada, arrastrada fuera del territorio del pewma (sueño), a un lugar donde un helicóptero revolotea vigilando el cielo azul oscuro, tan tétrico como la peor pesadilla que una familia puede vivir. Mientras los cuerpos de quienes han sido despertados respiran agitados sobre el suelo, un arma golpea la nuca, se pierde la consciencia, nadie entiende qué ocurre, la familia piensa en colectivo que quizás todo esto es parte de un weza pewma: el presagio del horror acercándose en la noche mientras duermen. 

El terreno onírico, pewma en mapuzugun, es parte crucial de la cultura mapuche. Es diálogo entre el mapuche y todas las vidas sin excepción durante el día, para luego en la noche moverse en un viaje mediante el que la experiencia humana trasciende a otro tipo de kimün (conocimiento). En la experiencia del pewma existe también el weza pewma o mal sueño, una pesadilla en una traducción occidental. Sin embargo, al derribar estos horizontes culturales, podemos entenderlo como sucesos que fluctúan entre conflicto y aprendizaje. Es dormir sobre la herida abierta de la tierra que se habita y sentir cómo jadea en su dolor.

A partir de la relación del Wallmapu y su gente con el dormir  es que nace Weza Pewma, obra de performance en constante construcción. Esta es creada por Inchiw, dúo performativo que nos propone dar forma y acompañar al soñador en el difícil proceso de colapsar dentro de un nuevo plano. Con esto, ambos artistas exponen la vigilancia onírica que está viviendo el cuerpo mapuche desde el inicio del trauma colonial. 

El dormir es un proceso cada vez más difícil en la agitación contemporánea, de modo que el flojo y el vago serían quienes duermen, mientras que quienes no cierran los ojos serían los representantes de lo que una nación que explota, precisa para sus objetivos. En un contexto como tal, dormir no es un objetivo deseable, una actividad en la que el control esté entregado a otros impulsos y conexiones, que para muchos parecen inexplicables. Para la ciencia los sueños son un campo de estudio y para el espectro social son un terreno fascinante y ominoso. 

NOSOTROS DOS

Inchiw corresponde a un pronombre dual del mapudungun que significa “nosotros dos”. Este colectivo, con más de una década de existencia, está constituido por dos artistas iniciados en la pintura. Ellos comparten una adolescencia afincada al desgarro de crecer en las zonas de Wallmapu, así como también el trabajo de una fuerza de política afectiva que plantean ver in situ imágenes que desbaratan el ojo de quien las presencian, bajo una cuidada metodología y estética. Este “nosotros dos” entre Isaac Brand y Camila Collipal proponen un sueño colectivo en el que el público no nota en primera instancia estar habitando un weza pewma. 

En una idea compartida de sueño, el dúo de performers comprende una simbiosis inseparable a la hora de complejizar discursos, amistad, política y arte. Inchiw ha elegido esta temática para aflorar hacia los públicos un deambular entre la antropología, la cronobiología y el despertar de un pueblo. En este caso,  el mal sueño, materializa una experiencia común para muchos seres vivientes, tal cual un anticipo de la muerte, del que no regresamos con información nítida de lo percibido, sólo huellas de algo potente y transformador.  

LA PERFORMANCE

El territorio del sueño parecía ser un espacio difícil de colonizar. En 2021, en el encuentro Kuriche, llevado a cabo en Temuco, Inchiw presentó como una propuesta de acción un sueño dentro de un sueño. Propuesta que realizarán nuevamente este 2024 en FRAGUA III Encuentro de prácticas indisciplinadas para el desarrollo de metodologías artísticas situadas, aumentando aún más la experiencia de expandir el sueño en los territorios. Los  espectadores en el centro de una sala observan aparecer la frase de Frantz Fanon en las paredes: 

la primera cosa que aprende el indígena es a ponerse en su lugar, a no pasarse de sus límites. Por eso sus sueños son sueños musculares, sueños de acción, sueños agresivos. Sueño que salto, que ando, que nado, que corro, que brinco. Sueño que río a carcajadas, que atravieso el río de un salto, que me persiguen muchos autos que no me alcanzan jamás. Durante la colonización, el colonizado no deja de liberarse entre las nueve de la noche y las seis de la mañana [Los condenados de la tierra, p.48]

Luego, una mujer corre desnuda entre árboles de monocultivo, aterrorizada por la luz. Sucesivos lapsus de sombra cambian a cada momento junto con los gestos de un animal abatido por la persecución. Intenta ocultarse, pero la cámara ha capturado su miedo. Es una imagen que transita en loop por las paredes del espacio. De pronto, la mujer salta al plano de lo real. 

Camila, quien estaba proyectada en las paredes, aparece en escena corriendo bajo la fragilidad de su desnudez, perseguida por una cámara que la acosa directamente. El público es cómplice de la persecución, mientras algunos celulares curiosos graban el acecho. 

En el caso del weza pewma, el sueño, con su calidad vívida, tangible y experimental, recobra una calidad política sin igual, que nos hace parte de las ideas del cuerpo indígena relacionadas a una narrativa violenta, desarticulando las formas tradicionales de mostrar al indígena en los medios de prensa: como foco de la victimización o como promotor insurrecto y peligroso. 

Con esta performance se nos interpela haciéndonos parte del problema y conduciéndonos a cuestionar qué estamos haciendo frente a esta situación.  La performance hace que la vida sea otra capa de presagios en esta experiencia humana, visiones futuras, pasadas o presentes, ya que soñar es viajar en el tiempo. Somos irremediablemente tiempo, estimulado por la luz,  capaces de movernos entre dimensiones cuando el cuerpo no logra respuestas en lo tangible durante la vigilia.

Inchiw y su pewma público cargan al cuerpo de crudos lenguajes que nos invitan a repensar la vigilancia, el registro, el miedo, a través de una experiencia inmersiva. Una tecnología que permite ver en vivo la metáfora vigilante, tanto material como onírica que vive el o la mapuche. Y lleva a preguntarse: ¿será el espíritu capturado para que bajo presión revele imágenes que guarda tan secretamente desde época remotas? ¿Es eso lo que desean los Estados desde la invasión de Wallmapu? El cuerpo mapuche y sus sueños, tanto políticos como actividades oníricas, están cada día siendo interrumpidas por la violencia, haciendo extremadamente difícil la experiencia de fijar conocimientos vernáculos –como lo hacían nuestros ancestros–, debido a la invasión del ecosistema de nuestro sueño. Esta amenaza constante nos tiene corriendo en la penuria, para ser aprisionadas por una luz que titila y ciega el paso.

En este sueño sobre el vigilado y el vigilante, el espectador no es inocente y – viviendo diariamente frente a pantallas de luz azul que cambian nuestro reloj biológico – crea ahora la pesadilla retratada en redes sociales, noticias e imágenes que nos mantienen insomnes y nos dejan indolentes frente al horror del otro. Entonces ¿cómo duerme el mapuche hoy?¿Cuántas horas de sueño le debe el colonialismo al cuerpo histórico de una nación, que ha tenido que interrumpir sus sueños por la defensa constante y el acecho? 


REFERENCIAS

Huenchumil, Paula [2019]. ”La noche en que la PDI allanó comunidades mapuche de Freire usando 190 policías y un helicóptero”. Interferencia [web].

https://interferencia.cl/articulos/la-noche-en-que-la-pdi-allano-comunidades-mapuche-de-freire-usando-190-policias-y-un

Fanon, Frantz [2016] Los condenados de la tierra. La Paz, Bolivia: Ministerio de Trabajo, Empleo y Previsión Social.

Festival Kuriche 

http://www.kuriche.cl/

FRAGUA III Encuentro de prácticas indisciplinadas para el desarrollo de metodologías artísticas situadas. Proyecto financiado por FONDART Regional Los Ríos 2024. Valdivia

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