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Emma Chirix: Experiencias de mujeres Mayas desde el cuerpo y el territorio

Este escrito corresponde a la transcripción del cuarto episodio de la temporada 1 del Poscast #ZánganosalAire.

En este episodio hablamos con la Dra. Emma Delfina Chirix García. Emma es lideresa indigena Maya Kaqchikel de Chicxot, Chimaltenango, Guatemala. También es docente, investigadora, ensayista, consultora independiente y asesora de tesis. Es doctora en ciencias sociales por Ciesas Occidente México y autora de diversos textos, ensayos y libros. Sus intereses de investigación y acción integra temas tales como la construcción de la masculinidad indígena, la construcción de la sexualidad, procesos de asimilación de los cuerpos y mentes de las mujeres mayas, las relaciones de poder, género, clase, raza, el racismo y otras brechas de desigualdad.

Pilar: Bienvenida, Emma, es un honor tenerte con nosotros hoy.

Emma: Gracias, Pilar. Entonces, Antes de iniciar con las preguntas que me envió, yo quisiera hablar acerca de la coyuntura actual que estamos viviendo aquí en mi país, Guatemala. Hoy cumplimos nueve días de resistencia de los pueblos. La convocatoria de esta movilización nace a partir concretamente de pueblos indígenas como los 48 cantones, la alcaldía indígena de Sololá, alcaldía indígena de Chichicastenango, alcaldía indígena de Nebaj y también todas las autoridades ancestrales contra los abusos y atropellos del ministerio público, contra un golpe, un intento de golpe de estado, contra la corrupción de varios funcionarios de estado y también contra este gobierno que no ha dado pero ninguna pizca de intento de bienestar para la población.

Entonces la petición inmediata es la renuncia de la Fiscal General Consuelo Porras, de Fiscal Rafael Curuchiche y del juez Freddy Orellana. Estamos viviendo una crisis política, una crisis jurídica y bueno, la económica que ha sido histórica en nuestros pueblos y se ha llamado a la movilización y al paro nacional. Esto es lo que quisiera yo compartir a nivel internacional, esta vivencia, porque yo creo que todo tiene un límite. Todo tiene un límite contra los abusos, el racismo, el colonialismo, el desalojo, los proyectos extractivistas, todos los proyectos de muerte tienen un límite y la gente, la población está cansada y hoy hemos salido a las calles a manifestar.

El cuerpo en el pensamiento Maya

Pilar: Muchas gracias Emma por ponernos en contexto, por darnos un poco más de información sobre lo que está pasando actualmente en Guatemala y las luchas que se están llevando a cabo ahora. Entonces quisiera pasar a la primera pregunta de hoy que tiene que ver con el cuerpo, un tema que he estudiado ampliamente Y quisiera preguntarle específicamente cómo es que entiende el cuerpo en relación a las vivencias de las mujeres indígenas y cómo este entendimiento varía en relación a otras experiencias de otro tipo de mujeres, verdad, y otras subjetividades tal vez no indígenas. ¿Qué nos dice esa relación entre la vivencia de las mujeres indígenas, el cuerpo, en relación a los sistemas que vivimos actualmente?

Emma: Perfecto. Bueno, en el pensamiento maya, cuando nos referimos al cuerpo, lo identificamos como algo viviente. Un cuerpo viviente que no actúa solo. Puede ser que actúe con, en consonancia, con la mente y el espíritu. Porque a veces podemos separar… bueno, solo voy a hablar del cuerpo. Pero cuando en la cotidianidad, en el lado de poner… como dar salud a los cuerpos, siempre unimos tres categorías: uno es el cuerpo, otro es la mente y otro es el espíritu. Porque, ¿qué está diciendo tu cuerpo? Entonces, siempre se hace la relación con mente y espíritu. También, a nivel del pensamiento Maya, no solo hablamos de un cuerpo individual, hablamos de un cuerpo colectivo. Entonces podemos decir mi cuerpo, pero también en los idiomas está nuestro cuerpo. Y cuando decimos que es un cuerpo viviente es porque sentimos, hablamos con nuestros cuerpos, también decimos ‘esto manifiesta tu cuerpo’. Entonces también en relación a esto hay cuerpo, los cuerpos tienen historia antigua y tienen historia reciente y luego digo que no todos los cuerpos son iguales homogéneos, sino que somos cuerpos que tenemos distintas experiencias somos diversos y luego retomó nuevamente lo que le decía yo que está este cuerpo individual, pero también ese cuerpo colectivo que se puede unir mi cuerpo en relación a mi pueblo, mi cuerpo en relación a mi comunidad, mi cuerpo en relación al grupo social o al pueblo como tal, así que abarca, no se restringe, sino que abarca.

Pilar: Y siguiendo la idea del cuerpo, quería preguntarle también sobre su perspectiva en la cuestión de la religión. ¿Qué rol piensa que ha tenido la religión en nuestras formas de relacionarnos y cómo ha influenciado nuestro propio entendimiento del cuerpo y ya también a mayor medida en el espacio, la sexualidad y la comunidad?

Bueno, yo creo que al hablar de la religión, este es un tema político, ideológico, que yo creo que lo puedo hablar que ha sido impuesto desde la invasión, la existencia de cómo llegó la religión cristiana a nuestro territorio. Entonces, durante la invasión y con el proceso de civilización, otros autores hablan durante el proceso de la misión civilizatoria y otros pueden afirmar desde la doctrina colonial, muchos cuerpos y ante todos los cuerpos de nuestras tatarabuelas fueron violadas, explotadas y esclavizadas. Entonces, este proceso de violencia ha sido histórico y ha venido, el control ha sido histórico, pero también ha sido permanente. Pero también ha sido permanente.

Entonces la religión lo voy a unir con la categoría de la iglesia como institución. ¿Qué ha traído la iglesia? ¿Cómo ha construido las prohibiciones? La iglesia como institución sigue siendo colonial, sigue siendo masculina y racista, ha impuesto una moral cristiana pero también la doble moral y ahí es donde decimos en la doble moral que está muy cargada sobre los cuerpos de las mujeres indígenas. ¿Qué debemos hacer y qué no debemos hacer? Y ante todo, han controlado los cuerpos a través del pecado, de las confesiones y todas las prohibiciones existentes. Entonces, por ejemplo, hay una iglesia que continúa prohibiendo hablar sobre el tema de la masturbación, que es un tema tan, que diría yo, que podríamos hablar como lo de los procesos de la menopausia o como nuestras hormonas en la etapa de la adolescencia, hay un movimiento de nuestras hormonas. Pero ¿qué pasa con la masturbación? ¿Por qué no se habla? Y luego también la existencia de la diversidad sexual. ¿Por qué el tema o la presencia de personas homosexuales –como quieran llamarse, si es homosexuales, queer, trans– no se pone en la mesa y al contrario siempre está el negar, el invisibilizar, el marginar esta diversidad que hay. Entonces todavía se niega la presencia, se violenta la presencia de toda esta diversidad. Y ante todo la iglesia como institución lo ha hecho.

Estas religiones, ante todas las cristianas, han reprimido nuestras emociones y nuestras formas de actuar con libertad. Y algo que sigue existiendo también y la misma iglesia lo sostiene, es esa alienación colonial, vivir con prohibiciones, con represión del cuerpo para no ser libres. Y luego creo yo que no solo puede estar la iglesia por un lado, la iglesia también tiene mucha relación con el estado y creo yo que es importante hablar cómo han llegado los anticonceptivos a los pueblos. Siempre llega con muy poca información. Yo estoy a favor de los anticonceptivos siempre y cuando aquellos anticonceptivos industrializados no golpeen tanto los cuerpos de las mujeres. Entonces yo creo que por la poca información hay un uso sin formación sobre ante todos los anticonceptivos de la inyección. Entonces muchas mujeres dicen, ‘¿por qué estoy menstruando más ahora? ¿Por qué el dolor de cabeza? ¿Porqué mi presión está alta?’ Porque solo es de ponerse la inyección, pero no hay una forma de… Es como ponerle una inyección a un animalito, le pongo la inyección y ‘bueno y ya vete, vas a estar bien’. Y así está sucediendo en nuestro país y ante todo para las mujeres indígenas. Y no puedo negar también que tanto el Estado como la Iglesia, en un momento dado, han sido cómplices de la historia de la esterilización forzada. Entonces esa esterilización masiva ha sido una realidad para los pueblos indígenas, en especial los cuerpos de las mujeres indígenas.

Colonialismo y su misión civilizatoria

Pilar: Me hace también pensar en su investigación, pero también en su propia vivencia con los internados de Guatemala, con los que usted ha mencionado en otras ocasiones, pensando en los internados como usted los denomina como proyectos civilizatorios, insertados en instituciones religiosas, instituciones hegemónicas públicas o privadas. Menciona también alguna de las estrategias de esta forma de colonialismo también religioso, con la esterilización, el control de los cuerpos de las mujeres, pero pensaba, ¿qué otras estrategias también piensa usted que son principales de colonialismo y de estos proyectos civilizatorios que se aplican en territorios indígenas?

Emma: La pregunta es muy interesante. Yo creo que me voy a los internados, me voy a los internados y la educación. Aquí han habido congregaciones religiosas que en esa misión civilizatoria y con esa doctrina colonial han creado colegios internados, escuelas, pero con un proyecto de civilizar. Y aquí en este país podemos hablar de los procesos de la dinización. La ladinización ha sido un tema histórico que siempre nos dicen, bueno, para lograr el progreso y el desarrollo de los pueblos indígenas te voy a hacer que pensés de otra manera: ‘Dejá de ser india, dejá de ser del pueblo originario’. Y entonces el objetivo ha sido matar a la India o a la Maya que llevamos dentro. Entonces ha venido como un proceso y la religión cristiana lo ha hecho a través de los internados, pero también las religiones estas, a través de las congregaciones religiosas, lo han hecho. El camino ha sido la educación, ha sido una manera de caminar para poder… porque somos el problema, somos salvajes, entonces una manera de «civilizar» y una manera de llevar progreso a los pueblos originarios es tomar estas herramientas más del pensamiento para hacer que piensen de otra manera. Entonces creo yo que aquí hay un pensamiento occidental, teológico, moralista, racista que han intentado matarnos. Es otra forma de genocidio cultural. Y cuando ya tomamos reflexión de esto decimos, ¿qué? Entonces decimos en el lado del pensamiento maya que bendición que no nos pudieron matar, aquí estamos y existimos y sobre ahí es donde comienza nuestra resistencia cultural contra todo este tipo de racionalidad occidental que nos han impuesto.

La religión ha sido esta y yo creo que en la academia son otras teorías en donde se trabaja, por ejemplo, en la línea del maltucianismo, en donde dicen, ‘son muchos, ustedes son el problema, están creando mucha población, y por eso tenemos que hacer que tienen que usar los anticonceptivos’. Y cuando uno se da cuenta del territorio del país, no somos los que tenemos las grandes extensiones de tierra. Las grandes extensiones de tierra históricamente quedaron en manos de los invasores, de los criollos y de la oligarquía que sigue teniendo un gran poder y toma de decisión en nuestro país. Entonces hay tanta, tanta tierra, pero esa tierra ha sido robada a través de los desalojos recurrentes en nuestros territorios.

Pilar: Claro, es interesante lo que menciona, por un lado, ladinización y este colonialismo de colonos que se ha asentado en varios países latinoamericanos como Guatemala, quitando las tierras y aprovechándose de este control también de los cuerpos, de la fertilidad, pero también ahora está la cuestión de las transnacionales. Ya no es solamente propiedad ladinos sino transnacionales. ¿Cómo esto dialoga también con la idea del cuerpo y el territorio, como elementos intrínsecamente vinculados?

El cuerpo es un territorio, entonces también es un espacio viviente, ambos, tanto el cuerpo como el territorio, dan vida, sienten y siempre nosotros decimos y agradecemos siempre cuando hacemos nuestras reflexiones espirituales, siempre agradecemos la posada que nos da la Madre Tierra porque podemos vivir en esta Madre Tierra y en este territorio. Pero algo que creo que también es histórico, no podemos decir que los grupos, la globalización ha llevado a la colonización. Es cierto que países europeos han colonizado, pero últimamente con el tema de la globalización muchos países están diciendo que la colonización es perpetua para ellos. Ellos no se quedan quietos de que pueden tener una colonia. No, están diciendo que pueden tener, en esta época contemporánea, pueden tener más colonias. Digamos todos los proyectos extractivistas es porque hay recursos, hay materia prima en donde ellos quieren explotar toda esa materia prima. Y luego la mano de obra, pues es una mano de obra gratuita que también eso les provoca mayor crecimiento económico para ellos. Entonces el extractivismo ha sido fuerte en nuestro país, es increíble, pero hay varios países europeos que los vemos que están ahí, que desalojan y se apoderan de nuestros territorios. Entonces no para la expansión colonial. Hay una expansión colonial que está violentando los territorios, no solo en Guatemala, sino podemos escuchar de varios países de Abya Yala, donde el proceso de extractivismo sigue, está al día.

Solo una lucha organizada puede luchar contra todo esto y el Convenio 169 puede ser una herramienta para ver. Y en mi país hay muchos que han dado a conocer, periodistas locales que han dado a conocer el extractivismo, han sido encarcelados y han sido criminalizados. Entonces la criminalización está muy vigente. Entonces los que están detrás de estos recursos ya no solo es un poder nacional, hay un poder internacional que está provocando siempre la invasión. Está provocando siempre la invasión. Y de ahí tengo un estudiante de Austin, donde ha dicho que no es la primera invasión, él caracteriza la segunda invasión, la tercera invasión, la cuarta invasión en su tesis doctoral. Y ahí entendí yo que las invasiones son recurrentes.

Lenguas y autonomía Indígena

Emma: Gracias, Doctora Gemma. Y relacionado a eso también y con las posibilidades que también tenemos para esa transformación, para acompañar esa lucha, quisiera irme hacia las lenguas indígenas, específicamente al Maya Kachikel. ¿Cómo cree que esta lengua, por ejemplo, nos puede ofrecer nuevas formas de aproximarnos y entender estos conceptos, como el del cuerpo, el del territorio, y que pueda también acompañar esta lucha?

Emma: Bien, la pregunta que me haces Pilar me parece muy importante. Muy pocas personas quieren saber y aprender categorías de nuestros idiomas. Y eso es importante. Pero después decía, para que no me quedara muy en la línea lingüística, Quiero decir que los idiomas mayas, el pensamiento maya y las prácticas culturales y la resistencia ofrecen categorías, formas de entender el mundo como más solidario y más humano. Hay varias palabras, por ejemplo, la palabra ‘cuerpo’ decimos ch’akulaj y para ‘mi cuerpo’ nunch’akul y ‘nuestro cuerpo’ es kanch’akur. Y luego «nuestro pensamiento» kokana’oj. Tenemosnuestro pensamiento, nuestra forma de pensar. También, ¿qué significa vivir, qué es vivir? Entonces también está la categoría Utz K’aslemal, vivir bien.

Entonces yo creo que es como ir rescatando porque a veces cuando escribimos lo más inmediato es poner una categoría en el idioma inglés. Pero no ponemos categorías de los pueblos originarios. Entonces yo me acerco aquí, por ejemplo, cuando digo, pongo un ejemplo, que no lo he aprendido, pero los mapuches nos están diciendo palabras, categorías, esto es nuestro, esto lo decimos así, así lo vivimos. Y creo yo que cuando se comprende en su en su inmensidad y el sentido que le damos a cada palabra y cómo lo concretamos en nuestra cotidianidad, entonces eso logra tener otros rumbos. Creo que aquí hay muchas palabras en nuestros idiomas, pero ante todo ese pensamiento maya que propone proyectos de vida y no de muerte. Eso también es otra parte importante. Ahorita, con la resistencia que estamos viviendo, Solo estamos diciendo que esa política occidental ya no está funcionando. Y también nos lleva a la reflexión como las constituciones porque al final quiénes elaboran las constituciones. Ahí no están los pueblos originarios para construir constitución.

Entonces también hay una reflexión, un cuestionamiento. Aquí todavía no nos dan la categoría de ser pueblos originarios, sino todavía en nuestra constitución se habla de ‘grupos étnicos’. Y lo otro, cuando comienza el proceso electoral, ahí sí somos útiles. Debemos votar, vamos a la votación, al voto, damos nuestro voto, pero para quién, para quiénes. Ha habido una forma de manipular también nuestros pensamientos y en muchas maneras a veces no logramos… porque las fuerzas, tanto la religión, los partidos políticos, los corruptos, coptan pensamientos, coptan pueblos para ir en contra del bienestar de todos. Al final digo yo si hay un ejército militar, ¿quiénes conforman la tropa? Si hay policía nacional civil, ¿quiénes conforman la tropa? A veces da tristeza pero muchas personas de pueblos originarios pasan a ser peones para estos ejércitos y estos poderes existentes en nuestro país.

Pilar: Claro, nos lleva de vuelta un poco también a lo que describía antes, como también parte de ese proyecto civilizatorio colonial. Yvolviendo también y yendo un poco más en profundidad con lo de las lenguas indígenas, quisiera también preguntarle cómo dialogan para usted las luchas por la autonomía del cuerpo y los derechos y visibilidad de otras formas de vivir la sexualidad con los conocimientos y las lenguas indígenas, específicamente el Maya Kaqchikel?

Emma: Varias mujeres indígenas hemos venido luchando para poner en la mesa el tema de nuestros cuerpos, nuestra sexualidad. Yo recuerdo que hace como unos 25 años, varias nos atrevimos a decir esto. Y entonces nuestros aliados, hombres indígenas, decían que nos estábamos convirtiendo en etnocidas porque estábamos matando la cultura. Nosotros sólo estábamos evidenciando de que queremos ser nosotras, queremos decidir por nuestros cuerpos, queremos gozar nuestra sexualidad Y eso es parte de la autonomía de nuestros cuerpos. Entonces lo pusimos como tema de reflexión. Y ahora pues ya se expandió un poquito el tema. Ya las jóvenes están hablando de que yo decido por mi cuerpo.

Antes se miraba positivo, pero sin hacer reflexión, que teníamos que dar muchos hijos, pero después teníamos como una conversación profunda con nuestras madres y decirle ‘no podemos hacer eso porque queremos que nuestros hijos también tengan bienestar en esta’. Y entonces era una reflexión profunda con nuestras mamás, pero también una reflexión profunda con los compañeros de vida. ¿Qué queremos? ¿Qué queremos hacer como pareja? ¿Qué quiero ser como mujer? Y ya muchas mujeres, por ejemplo, decían, ‘no quiero tener pareja, quiero estar sola’. Bueno y está en su derecho estar sola. Y creo que esos temas se vinieron visibilizando, aunque históricamente si han habido, han existido digamos personas que han decidido estar solas pero siempre había una obligación del matrimonio, de vivir en pareja, pero no debe ser así.

Yo creo que cada cuerpo, cada persona debe decidir qué es lo mejor, qué le da felicidad, qué le provoca felicidad, qué le provoca bienestar. Entonces, la autonomía del cuerpo dialoga con la autonomía de los pueblos, con el Convenio 169. Implica un diálogo personal, pero también colectivo. Existen otras formas de vivir la sexualidad. Yo en la investigación dije en un capítulo, ‘buscando el erotismo, encontré la violencia’ y si hay mucha violencia, hay mucha violencia en la sexualidad, en tener relaciones sexuales, no hay una relación más gozosa, sino la violencia. Encontré eso. Pero también a la par de esto yo dije, ¿dónde se habla la sexualidad? ¿Dónde las mujeres hablamos de la sexualidad? Y me encontré que hay espacios dentro de la comunidad para hablar sobre la sexualidad. Encontré el rejelonik, que es un espacio de reunión de mujeres. Cuando hay una… Puede ser que un acontecimiento alegre, un acontecimiento de tristeza, como acompañar a la familia, estamos presentes, apoyamos, pero en los espacios estos siempre hay grupos de mujeres que dicen, ‘¡ay qué alegre, veniste, platicemos!’. Y solo con el hecho de estar juntas se dan el permiso de hablar sobre algo muy cotidiano, sale a flote, sale a flote la risa. Por ejemplo, si están con una zanahoria, entonces ya la zanahoria lo relacionan con el pene, o la manera de hacer amasar la masa, hay formas de decir, hay que mover la mano para amasar la masa. Entonces viene el chiste. Ya, nace ahí. Pero no lo hacen todos los grupos de mujeres, las que son muy conservadoras, asimiladas por la religión, no hablan de estos temas. Pero hay otros grupos donde se sueltan a reír, entonces ahí salen los temas. Lo que digo yo es que hay espacios donde las mujeres se dan el permiso de hablar sobre su sexualidad. También están los baños individuales o baños comunales que le llamamos temazcales. Son como saunas individuales comunal, entonces ahí se aprecian los cuerpos, se aprecia la desnudez y todavía existe, aunque ha habido un proceso que yo digo de temazcalcidio, porque han dicho que eso no es bueno, no ayuda, que mata a la gente. Yo creo que aquí también nos hemos resistido para seguir utilizando los temascares.

En estos espacios están estas metáforas… Si hay relaciones de pareja, en estos espacios también se valora la ternura, y las pintoras, ante todo hay una pintora que me gusta, que ya se atreve a pintar cuerpos desnudos, que no lo podía hacer antes. Ahora podemos apreciar los cuerpos desnudos. Yo por eso siempre estoy diciendo, a pesar de la alienación colonial, la similación, la ladinización, todavía hay hilos de experiencia, de vivencia, de una sexualidad más humana. No todo es malo. Ahí también se ven líneas donde la felicidad puede estar presente.

Pilar: ¿Cómo se llama la pintora que mencionaba?

Emma: Yo creo que si se recuerda, en mi libro yo pongo una pintura de Paula Nicho. La pintora Paula Nicho, también de mi pueblo de San Juan Comalapa, hace muchas pinturas ahora con cuerpos desnudos. Pues conozco más la pintura de ella.

El racismo del feminismo blanco

Pilar: Y si me permite expandir un poquito eso último antes de pasar al último tema, quería preguntarle también su opinión sobre los feminismos indígenas, por ejemplo, el feminismo comunitario que ha remarcado mucho de estas conversaciones, pero también ha generado la palabra feminismo un poco también de controversia o rechazo en algunas comunidades, algunos pueblos indígenas. ¿Cuál es su perspectiva? ¿Creé que están a la par de todos estos procesos que describe?

Ema: Creo que aquí toma un tema muy importante y tiene que ver también con mi vida. Lo hablaba yo recientemente con una colega y me decía ella, ‘¿te consideraz feminista o no?’ Y yo le digo, no me considero feminista, pero en mis escritos siempre recurro a la teoría feminista, ante todo afro, porque me dan categorías analíticas, historias de vida, experiencias que digo yo, ah, aquí hay algo que me gusta, lo retomo y vuelvo otra vez a analizar, a reflexionar.

¿Por qué asumí no ser feminista? Porque las experiencias de racismo con las feministas blancas ha sido fuerte. Entonces, ha sido una agresión, a veces se volvía muy cotidiano cuando teníamos encuentro con las feministas blancas. Siempre están con el poder, ‘yo puedo hacer, yo decido, yo hago este proyecto,’ y siempre nos miran de que nosotras somos las subalternas. En mi vida, hay habido acontecimientos muy dolorosos, por ejemplo, en muchas ocasiones en algunos espacios he sido invisibilizada, luego una feminista blanca que yo gestioné el libro sobre los cuerpos, gestioné, y ella dijo, ‘bueno, yo soy la editora, yo voy a hacer los libros’, y ¿cuál fue mi sorpresa? Que después de haber gestionado la edición de mis libros sólo me estaba dando 10 ejemplares. No. Entonces ahí dije yo, no se vale. Y lo peleé. Me acompañé también una abogada indígena y luché para que me devolviera el dinero, pero ella me dijo ‘no, no te puedo devolver.’ O otra feminista, en un consultorio médico, yo llevaba a mi madre, ella misma me dijo la cita y la cita de mi madre era anterior a la mamá de ella pero pasa primero la mamá de ella. Yo lo peleé y dije que aquí había un incidente racial. Otra, tenía una amiga y yo hice un mensaje, no recuerdo cómo lo titulé, ‘a una ecologista racista le puse’. Entonces, mi amiga feminista blanca me dice, ¿cómo te atreviste a hacerlo? Eso no se debe hacer. Y digo yo, ¿cómo a estas alturas una feminista blanca? ¿Ella ha sentido el racismo? Y yo la consideré como muy amiga y me está diciendo, no tenías que hacerlo, ¿por qué lo hiciste? Y me dijo, ¿y esto qué es? Y cuando, por ejemplo, nos metemos a grupos para escribir, me encontré con otra, dijo, mira, tenés que ir a varios espacios a decir que salió el libro. Sí pero con qué financiamiento… ella era la que ganaba un gran porcentaje de llamar a todos para hacer este trabajo. Ella se podía mover de un país para otro, pero a nosotras y eran colegas. Pero está todavía ese papel de patrona sirvienta. Eso me molesta.

Mira, a mí me toca dar testimonio y yo hago el análisis político. Entonces digo yo, basta ya, ya las reconocí y en muchos espacios ya no me aceptaron, pero yo soy sincera, soy sincera y las cuestiono y hago mis escritos. Tengo un ensayo que se llama algo así sobre el feminismo blanco, ya no me recuerdo muy bien, pero he hecho ensayos. Cada vez que hago ensayos pongo en evidencia esto y las cuestiono, el actuar de ellas en mi país. Entonces son muy pocas, contadas con los dedos, las feministas con autoconciencia, o con conciencia mestiza, en donde tenemos trabajos conjuntos pero muy contadas. La mayoría es ‘nosotras somos de este lado, nosotros tenemos más el poder y el pensamiento, ustedes son del otro lado’. Pues siempre está la jerarquía y la segregación presente.

Con esto quiero relacionar con la pregunta, ¿qué dice sobre los otros feminismos? Yo respeto los feminismos. Pero considero que no es el único camino para luchar por la resistencia. Yo me considero más plural y categóricamente digo no soy feminista, pero sí reflexiono, leo y tengo comunicación con feministas afro. Entoncescompartimos insumos y pues luchamos por las mujeres. Me gusta el pensamiento de Ángela Davis, me gusta el pensamiento de Collins, valoro el pensamiento de Bell Hooks, de Yuderkis. Siempre están dando elementos ahí para caminar con un feminismo donde nos podemos acompañar, en donde de ambos lados podemos aprender, enseñamos a la vez y aprendemos a la vez.

Yo creo que finalmente con este tema es como ir cuestionando eso que dicen ellas ‘bueno es que las llamamos, son nuestras hermanas’. ¿Realmente esto es el sentido de la hermandad? ¿Realmente cobra sentido la solidaridad? ¿La sororidad es esto? No, yo digo que no. Creo que hace falta más de que miremos quiénes son las otras, falta hacer ese análisis profundo a nivel interior, a nivel de nuestra subjetividad, quiénes somos. Y luego cómo hacemos esa intersección entre género, raza, clase. Sí, porque ahorita si nos damos cuenta, y aquí en mi país está la política de género. Y al final miramos, género dice que solo debe hablarse sobre mujer pero no se habla de las relaciones, como qué masculinidad es la que se vive acá. Entonces como hay que ir desgranando, hay que ser más profundas para desgranar esa masculinidad. Y como le decía yo a otra colega la semana pasada, se habla es que el patriarcado por aquí, patriarcado por allá. Y dice Bell Hooks, analicemos el patriarcado. ¿De qué patriarcado? Y ella habla del patriarcado desde su raza. Y yo hablo ese patriarcado indígena. ¿Todos son nuestros enemigos¿. Entonces, digo, ¿qué hay ahí? ¿Qué debemos rescatar? O cuando dijo mi papá, mis hijas tienen derecho a la herencia. Pero eso no se da en otras familias porque ya se generalizó el machismo. Pero cuando dicen los papás, ‘esto te dejo, yo te quiero mucho’, hay muestras de ternura. Entonces yo creo que debemos ser como más profundas para no generalizar. No se vale la generalización. Y lo otro también es que hay un patriarcado blanco, hay un patriarcado de color, hay un patriarcado indígena. Entonces también hay una jerarquía ahí y también se marca la segregación. Entonces también nos golpean ‘es que solo estás hablando del racismo’, pero si el racismo es cotidiano.

Me agreden por ser mujer, me agreden también por ser indígena en este país. ¿Puedo yo dividir mi identidad? ¿Puedo yo dividirme? No, en conjunto me agarran y yo debo estar como muy lista para responder con calma, con reflexión, para no ser agredida cotidianamente. Falta mucho y creo yo que no podemos quedarnos en la idealización. Eso lo digo yo también a nivel de mi pueblo, de mi territorio. Idealizar no ayuda, que siempre hay, como se dice en lo espiritual, la parte de luz, pero hay una parte de oscuridad también.

Prácticas Mayas sosteniendo los ecosistemas

Pilar: Tiene razón. Gracias por esa reflexión que claro como mencionó no se puede hablar de las experiencias humanas sin hablar de la cuestión racial. Y ya para concluir, quería tratar un poco el tema que está en boga últimamente en muchos países, que es la cuestión del medio ambiente, de la cuestión del planeta que parece tener ya fecha límite. ¿Cuál le parece a usted la forma más assertiva desde el conocimiento y la experiencia del pueblo maya Kaqchikel y tal vez de otros pueblos indígenas de Abiayala, para enfrentar esta crisis climática y económica, que la crisis ambiental viene también con la crisis económica actual.

Emma: Yo considero que hay un pensamiento maya que siempre está insistiéndonos desde que crecemos a nivel familiar. Decimos ‘cuida el grano de maíz, cuida el grano de frijol. Si está tirado lo tienes que recoger. No tirez nada más el agua, necesitamos el agua’. Siempre hay gente que diáloga con la Madre Naturaleza. Entonces, han habido formas de pensamiento, formas de actuar colectivas para cuidar los bosques, los lagos y los territorios. Y está el calendario Maya que nos conecta cotidianamente para amar a la naturaleza. ¿Cómo cuidar y amar a la naturaleza? Entonces, el calendario Maya nos va indicando cada día cómo estar en contacto y cómo ser coherente para cuidar a la madre naturaleza.

Tal vez no hablamos mucho de ambiente, porque eso ya es una categoría que vino, bueno, hace poco… la cuestión ecológica. Yo nací y crecí en un pueblo en donde me enseñaron a amar a la naturaleza y cuidar la naturaleza, estar en diálogo también. Eso nos ha ayudado y por eso todavía hay algunos lagos no contaminados, todavía tenemos bosques. Pues hay un grupo que dice, ‘seguimos cultivando los alimentos’, aunque muchos dicen este país se queda solo en la agricultura, pero nosotros le damos importancia a lo que comemos, porque no queremos comer comida chatarra, no queremos tragar ni masticar la comida chatarra. Entonces siempre estamos pendientes y hacemos planes a nivel familiar, a nivel comunal, a nivel de territorio para ver qué comemos. Eso es una parte fundamental.

Siempre estamos motivados para agradecer la vida, agradecer el alimento, agradecer los cultivos, agradecer la lluvia. A veces nos dicen, ¿por qué están pensando en la lluvia? Porque si va a estar lloviendo, eso quiere decir que las semillas van a germinar. Vamos a tener alimento. Pero ya ahorita hay varios animalitos que nos dicen, tengan cuidado. Bueno, ya entendimos cómo algunos sabios nos dicen, ‘cuando habla el sanate y está comiendo todas las semillas, es porque va a venir hambre. Cuídense siempre. Cuando hay muchos sanates comiendo la semilla, hay que cuidar’. Y otra persona dijo ‘miren vamos a tener un poco más de sequía porque vinieron los azacuanes y no dieron todo el giro para que fueran a un lado, sino se regresaron. Les avisamos, observen, observen el cielo, observen el aviso de los animales’. Siempre estamos como atentas y atentos a todo este movimiento.

Siempre estamos también atentos para contrarrestar la mercantilización, la apropiación, la explotación de los cuerpos y de los territorios, atentos y también muchos pueblos en lucha contra los desalojos, contra alimentos que nos están quitando o por ejemplo las benditas gaseosas, ‘nos vamos a modernizar porque vamos a tomar más gaseosas.’ No es tanto eso. Hay una lucha permanente para cuidar a la madre en naturaleza, para cuidar lo que nos rodea. Y como te decía antes, siempre estamos platicando sobre nuestros planes de vida, los planes de proyecto, comunicándonos con otros, cómo está el incremento… porque después de la pandemia hubo un incremento de alimentos. Estamos pendientes del clima. Siempre es un tema en nuestros encuentros. Siempre. Hay meses en donde decimos’, hay meses en donde ‘ya conseguiste semilla’ o cuando queremos vivir la colectividad siempre estamos compartiendo: hay que regalar, hay que vender, pero hay que regalar. Entonces regalamos, compartimos comida, compartimos alimentos. Y después dice uno ‘fíjate que hoy tuve muchos bananos, aquí te va una parte. Ah, muchas gracias. Hay mucho frijol, aquí te va un poquito de frijol, te regalo frijol’. Hay un intercambio, hay un regalo de alimentos. No sé si esto puede servir con la pregunta…

Pilar: Sí, por supuesto. De hecho, yo creo que nos da muchos también ejemplos de donde debemos aprender. Todo lo que comparte yo creo que son prácticas que si adoptáramos más en los distintos territorios y espacios, ya sea público, privado también nuclear o incluso familiares, ayudaría a mejorar mucho los sistemas que tenemos actuales, como el monopolio de las semillas. Con todo ese conocimiento agrícola, también radica en que es el construir comunidades. Al compartirnos estas prácticas,también nos da esas ideas, nos impulsa también a llevar prácticas similares a otros espacios para de ahí también ir transformando y ir poniendo resistencia a todos estos sistemas de extractivismo que no solamente se lleva a la tierra en sí, pero también a cómo nos relacionamos, a toda la pérdida de las relaciones de lo colectivo y lo comunitario en dos espacios.

Muchas gracias, Emma. Bueno, quisiera saber si antes de terminar si usted quisiera agregar algo, lo que sea que le parezca importante.

Emma: Yo creo que los temas fueron muy diversos, las preguntas muy atinadas y eso me invitó para expandirme un poco la libertad de hablar. Creo que si tuviéramos más personas que nos dieran espacios para entablar conversación, creo que la riqueza en los medios de comunicación harían más eco para lograr bienestar a nivel individual, familiar, comunal, territorial. Entonces, creo que si la tecnología crece, las relaciones humanas más equitativas también deben ir creciendo.

Pilar: Toda la razón. Bueno, entonces con esa reflexión, damos por termiando este episodio. Muchas gracias a quienes nos escuchan y también a la gran doctora Emma Chirix por todo su trabajo, por compartirnos sus experiencias, sus investigaciones y todas las complejidades que se viven hoy en día en Guatemala, los pueblos de Abyayala, el pueblo Maya también.

Emma: Muchas gracias, Pilar, por la invitación.

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