Justo a los 10 años de la muerte del gran Pedro Lemebel, el día jueves 23 de enero de 2025, en el tercer piso del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, se realizó el lanzamiento del libro Las viudas odiosas de Lemebel, obra editada por el periodista, conductor radial y activista Víctor Hugo Robles, más conocido como “el Che de los gays”.
El libro se trata de un compilado de escritos que tributan la memoria de Pedro Lemebel. Entre las voces y memorias convocadas por Víctor Hugo están la sobrina de Lemebel, Geraldine Mardones, el fotógrafo Pedro Marinello, el director teatral Hernán Fuentes (Pato Bailarín), la actriz Oxi Fernández, la cantante y activista Sofía Devenir y muchas más que desde los afectos recrean un mundo íntimo, real y cercano del fallecido escritor nacional.
Este libro tributo no sería posible sin el trabajo cariñoso de Víctor Hugo. Para conocer los pormenores de la propuesta editorial y las redes afectivas que la sostienen, el ya icónico “Che de los gays” nos abrió su corazón en esta entrevista en la que hablamos sin censura sobre su relación con Lemebel, la coyuntura cultural y las disputas entre las diferentes viudas que dejó el fallecido escritor y artista de San Miguel.
- Antes de comenzar a hablar sobre Las viudas odiosas de Lemebel, me gustaría preguntarte: ¿Por qué, luego de tantos años, seguimos hablando de Pedro?
¿Por qué seguimos hablando de Lemebel? Yo lo plantearía de otro modo. ¿Por qué hemos dejado de hablar de Lemebel? ¿Por qué hay tantos obstáculos para hablar del Lemebel? ¿Por qué, por ejemplo, el 23 de enero, que se cumplieron 10 años de la muerte de Pedro Lemebel, no hubo un acto oficial? No hubo ningún acto conmemorativo. La verdad que el único acto fue la presentación del libro, Las viudas odiosas de Lemebel, que se constituyó en el único homenaje colectivo, no solo del libro, sino que el único homenaje a Lemebel, poniendo nuestros cuerpos disidentes sexuales en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.
Hubo muchos tweets, muchos mensajes en redes sociales. De hecho, ese jueves 23, Lemebel fue trending topic todo ese día, pero ningún homenaje. Ningún premio, por ejemplo, ningún colegio o museo lleva su nombre, ninguna política pública de parte del Ministerio de la Cultura, ningún mensaje del mismo Gabriel Boric, que dice que tanto ama la poesía y la literatura. Un presidente poeta, un político que cuando murió Pedro dedicó sentidas palabras a Lemebel, leyendo parte de su texto Manifiesto, pero eso fue cuando Boric era diputado rebelde. Pero ahora que es un presidente burgués no dice nada. El único que habló, escribió, fue el SEREMI de Cultura de la Región Metropolitana, seguramente porque es parte de nuestra comunidad. El acto que nosotros organizamos en el Museo de la Memoria fue el único homenaje público. Me llamó mucho la atención que después de 10 años hubiese tanta ausencia de Pedro en las políticas públicas del Estado de Chile. En las políticas públicas y en las políticas de reconocimiento y legado cultural de Pedro Lemebel.
- ¿Qué otros actores echas en falta en el rescate de las políticas públicas de la obra y figura de Pedro Lemebel? Por ejemplo del PC, Camila Vallejo o Karol Cariola, que en su momento se acercaron a Pedro.
Yo creo que están más preocupadas de sus carreras políticas, de sus figuraciones públicas, de sus parejas, familias y vidas heterosexuales. La única presencia que hubo, en este caso, que le agradezco y valoro mucho, y que es parte del libro también, es de Manuel Hernández, que fue muy amigo de Pedro y además secretario político de Gladys. De hecho, Manuel habló en el Cementerio Metropolitano cuando despedimos al Pedro. Su texto lo tenía guardado en mi computador. Entonces, un día navegando, me encuentro con las bellas palabras de Manuel Hernández y le propuse incluirlo en el libro de las viudas odiosas. Manuel aceptó encantado. Por eso, cuando yo hablo de políticas públicas incluyo al Parlamento. Tú que estuviste en la presentación, escuchaste un recuerdo que hice respecto de un compromiso público del Partido Comunista.
El texto Manuel Hernández, de la Comisión Política del Partido Comunista, señala que el PC se compromete a presentar un proyecto de ley para entregar de forma póstuma el Premio Nacional de Literatura a Pedro Lemebel. Ya han pasado 10 años de la muerte de Pedro y todavía el Partido Comunista de Chile no ha presentado ese proyecto. Es muy probable que no lo apruebe la derecha fascista que tiene la mayoría en el parlamento pero de todas maneras es un compromiso político del PC. Ahora que se van a cumplir 20 años de la muerte de Gladys Marín en marzo próximo, quién fue muy amiga, muy cómplice con Pedro, sería importante recordar ese compromiso de presentar ese proyecto de ley para otorgarle el Premio Nacional a Lemebel.
«Ahora que se van a cumplir veinte años de la muerte de Gladys Marín en marzo próximo, quién fue muy amiga, muy cómplice con Pedro, sería importante recordar ese compromiso del PC de presentar un proyecto de ley para otorgarle el Premio Nacional póstumo a Pedro Lemebel»
- Sería un lindo gesto, pues en 10 años se ha vilipendiado mucho la figura de Pedro, cuando en realidad ha dejado una huella indeleble en la comunidad, en la cultura chilena y en tantas áreas. De hecho es imposible pensar en la lucha contra la dictadura y la vuelta a la democracia sin Pedro. En tu libro se han reunido 35 voces -entre periodistas, escritores, artistas de diversas índoles, políticos, activistas, profesores y más-, para conmemorar a Lemebel. Y la pregunta que me surge, es ¿cómo nació la idea?, ¿cómo invitaste a escribir sobre nuestro querido Lemebel?
Fue de modo bien anárquico, diría yo. Surgió hace años, con esta idea mía de recordar al Pedro. Nosotros tuvimos una amistad tensa e intensa, nunca lo he ocultado. Fue una amistad bien dura en algún momento, muy peleada, teníamos muchas discusiones, como tienen los grandes amigos. Fue una amistad a toda prueba. Por ejemplo, el año nuevo de 2014 Pedro hizo una reunión de fin de año en su departamento del barrio Forestal. Yo siempre pasaba el año nuevo con mi abuelita Luzmira, pues estaba viejita y creía que podría ser nuestro último abrazo. Ese año cené rápido y me costó un mundo salir de la población allá en Conchalí y llegar minutos antes de las 12 de la noche, justo para el abrazo. Llegué y Pedro estaba mirando los fuegos de Valparaíso por la televisión. Y pasamos juntos ese último año nuevo.
Tiempo después, un amigo del Pedro, La Negro Armando, me dijo, te voy a contar algo, para que estés tranquila. Eso de “tranquila” era porque me había quedado con cierta culpa, digamos, de haber peleado mucho con el Pedro. Armando me dijo: “Antes que tú llegaras, el Pedro me llamó y me preguntó dónde estaba la Víctor Hugo”. Bueno, ahí estuvimos con el Pedro. Hubo fotos pero la persona que las sacó las guardó y nunca aparecieron. Seguramente son fotos dolorosas porque está el amigo ahí, despidiéndose. Esas imágenes son testimonios. Yo no sé por qué ocultarlas y así esconder la memoria de nuestros afectos, ese registro tan vivido, tan sentido y tan valioso. Es una prueba de los que estábamos y éramos amigos. Entonces, respondiendo a tu pregunta, el libro nace por una necesidad también de reivindicar nuestra amistad. Es una revancha frente a tanta loca insidiosa y envidiosa, como digo yo, que puso en duda, que todavía ponen en duda, nuestro querer, nuestro cariño y complicidad con Pedro Lemebel.
«el libro nace por una necesidad también de reivindicar esta amistad. Como un desquite también a tanta loca insidiosa, envidiosa como digo yo, que puso en duda, que todavía ponen en duda, nuestro querer, nuestro cariño».
- ¿Puedes profundizar más en este punto?
Sí. Algunas locas, por redes, afirman que Pedro nunca me quiso. Son supuestas situaciones que ni yo recuerdo la verdad y, además de gente que ni yo conozco. Entonces, no sé de dónde inventan esas historias. También el libro es un desquite a la biografía que escribió Oscar Contardo. Una biografía obtusa, como todo lo que hace y dice Contardo. Bien mezquina también por otra parte. Porque no es tanto una biografía, sino que es él, como siempre, él en su escrito y en todo.
Entonces, Contardo, usa y abusa del periodismo, usa sus crónicas y usa sus columnas para cobrar cuentas con la gente que a él le caen mal. Entonces en su libro busca dejarme pésimo y es evidente que intenta perjudicarme. De hecho, me pone en todas las escenas más desatadas cuando Pedro vivía en la calle Dardignac, en escenas de copas, de drogas, de la coca, del carrete, entonces toda esa parte de Pedro la lidero yo. Es un absurdo, un abuso. Y además se atreve a decir que Carmen Berenguer le habría dicho que Pedro nunca me quiso. Contardo se cree Zulma, sentenciando a quién quería o no quería el Pedro. Por eso digo que su libro es como un libro caprichoso, que responde a los fantasmas propios de un autor arribista e insensato. Entonces él se desquita de sus enemigas colas. Yo ahora me contra desquito de todas las locas envidiosas e insidiosas con Las viudas odiosas de Lemebel.
- Al leer tu libro, Las viudas odiosas de Lemebel, uno se da cuenta que es uno de los primeros homenajes a Lemebel que no está hecho desde una mirada burguesa. Las voces que en él se reúnen hacen un retrato vivido, cercano y bastante humano de la figura de Pedro. No así otros homenajes como el documental Lemebel de Joanna Reposi, ¿qué opinas de esto?
Hay un gran error en ese documental, porque ahí también hay una gran farsa, una gran mentira, un engaño. Yo no conocía a Reposi, nunca la vi con Lemebel. No pongo en duda que, por supuesto, conocía a Pedro, que iba a su casa, qué sé yo, pero nunca los vi. Pedro tampoco hablaba de ella. De hecho, su documental, creo que se hizo durante años, porque hubo un tiempo en el que se pelearon. Reposi es una periodista que trabajaba con Antonio Skarmeta en el programa “El show de los libros” de Televisión Nacional de Chile. Y ahí conoció a Pedro donde y le hizo una nota bastante bonita que a Pedro le gustó y de ahí salió el documental.
Entonces, cuando Pedro murió, ella empezó a llamar a mucha gente, no ella sino que sus asistentes entrevistaron. Nos grabaron primero en una radio así como supersónica, la voz, contando historias e intimidades con el compromiso que ellos seleccionarían esas cuñas y después la íbamos a grabar en cámara. Pero esa parte nunca se hizo con nadie. O sea, es un documental de voces solamente, puras voces. Que tampoco la idea es mala, pero no sé si lo decidió la directora o la montajista. La cosa es que aparecen las voces pero no aparecen los nombres de las voces. O sea, es como que no hablará nadie, ¿no? La única que aparece en todo es ella y Pedro. Entonces es lo mismo que con Contardo, digamos que su biografía es él y Pedro. En el caso de Reposi es lo mismo, es como su documental, como dice ella, “mi peli”, bien siútico. “Esta es mi peli, s ustedes la critican tanto, hagan su propia peli”. Un poquito grosero. Es una mirada burguesa, usando y abusando del nombre y la marca de Pedro hasta el infinito. Y claro, a mí por supuesto me molestó esta borradura.
Es evidente que ahí hubo un engaño, nunca fuimos avisados del uso de nuestras voces. Además de la borradura de algunos afectos de Pedro como el de Gladys Marín. Hay un registro de una foto en el documental pero muy como que por ahí pasó la cámara. Yo le reclamé a Reposi, le dije que parecía insólito la ausencia de Gladys. Entonces, ella me dijo que el PC había usado a Lemebel y que ella no se iba a prestar para eso, muy segura, muy dueña de la memoria de Pedro. ¿Y qué se mete ella? Si fuese así, ¿no? Pedro amaba a Gladys y participó en muchos actos del Partido Comunista de la mano de Gladys. A mi juicio es una “peli” egoísta y anticomunista.
- Volviendo al libro, ¿dónde se puede adquirir? ¿Cuáles son los próximos lanzamientos?
El libro está disponible en Tienda Nacional y Metales Pesados que están en el gay town, como decía Lemebel. También está en la librería del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos y a través de Instagram para todo el país en Nómadas (@letras_nomadas) Igualmente se puede conseguir a través de mis redes @elchedelosgays en Twitter, TikTok e Instagram. Los próximos lanzamientos serán el viernes 28 de febrero a las 15:30 horas en el Centro Cultural de Tomé y el sábado 1 de marzo en la librería Nuestra América en Concepción a las 18:00hrs. Después tenemos otras presentaciones en Santiago, Buenos Aires, La Habana y Barcelona. Así que nos queda mucho, muchísimo recorrido con Las viudas odiosas de Lemebel que estarán -ojalá- cruzando todas las fronteras posibles e imposibles.
- Muchas gracias Víctor Hugo, estaremos atentos a esas rutas y la tu nueva programación radial de 2025.
Sí, muchas gracias a ustedes. Les invito a escuchar nuestro programa Siempreviva en Vivo en la Radio Universidad de Chile. Volvemos el domingo 9 de marzo a las 22 horas el 102.5 del dial FM. Esa noche realizaremos un homenaje a Gladys Marín que el próximo 6 de marzo se cumplirán 20 años de su fallecimiento. Junto a recordar a nuestra querida e inolvidable Gladys, conversaremos sobre VIH/SIDA e ITS con el reconocido periodista Andrés Caniulef que hace unos días reconoció públicamente ser una persona viviendo –y luchando- con VIH en Chile. Les esperamos en “Siempre vivas, nunca invivas”.
Foto de la portada: Juan Pedro Catepillán
