Escribir desde la cotidianidad, agilizar el ojo para ver lo particular ahí, lo profundamente humano y anacrónico que se puede encontrar en cada imagen es el sello de Lavando ropa pensando en él (Libros de Mentira, 2019), un compendio de cuentos del publicista Sergio Pavez, quien ya había publicado los libros ilustrados La Pesadilla de Tobías (La Santa editorial, 2015) y Boca Sucia (2016). También fue ganador del premio Mejores Obras Literarias del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio el año 2018, en la categoría de cuento inédito.
El narrador de los ocho cuentos de dicho libro utiliza escenarios de la vida cotidiana: la conversación de un nieto y su abuelo en el andanivel de un centro de ski, un hombre acostado en la camilla para una sesión de masajes, una mujer que se masturba mientras escucha la radio en la cocina. Funciona como un observador o codificador de la información sensitiva del entorno, que agudiza detalles para mostrar las particularidades de aquellas vidas, con la crudeza, fealdad y lo desagradable que hay en ellas. Todo esto sin caer en lugares comunes, lo que es quizás el mayor mérito de Pavez. Él aborda la crudeza sin desbordar el relato, sino manteniéndolo en los límites de la utilización precisa del lenguaje.
Destaca también el humor poco convencional que caracteriza a sus historias:
“pero con Sonia lo usé para correrme hacia un lado el calzoncillo desechable, con la intención de que se me asomaran un poco los cocos – algo sutil, que pareciera accidental – a ver si se calentaba algo. Al menos yo, me calentaría si fuera masajista y a una clienta se le asomara un poquito la zorra”.
Esta decisión de correr riesgos con la incorrección política es un bálsamo dentro de la narrativa y el medio editorial local, que en su endogamia tiende a actuar siempre sobre seguro para no molestar a nadie. Sin embargo, se trata solo de pequeños guiños, que no alcanzan a articular un discurso efectivamente crítico.
Esta es una escritura ágil y eficaz, que respeta el manual e incluso construye una voz lo suficientemente particular como para asegurar que en la forma de enunciar hay una intención. Pavez respeta todas las reglas de un buen cuentista, pero no, no es suficiente. La sensación final es que falta algo para cerrar este conjunto de relatos. Esto es, posiblemente, porque los textos de Sergio Pavez carecen de un fondo estético con alcance y sentido que articule una propuesta discursiva. Porque no, no basta con respetar el manual.

Lavando ropa pensando en él
Sergio Pavez
Libros de Mentira, 2019
101 Páginas