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Graznidos épicos se escuchan en Hornopirén, una lectura ecocrítica de Tierra de aves acuáticas

Tierras de aves acuáticas es la segunda novela del escritor y editor chileno Simón Ergas. Esta obra obtuvo la mención honrosa del Premio de Narrativa Francisco Coloane y fue publicada el 2016 por Ediciones Oxímoron. El escenario escogido por el autor y donde suceden todos los hechos que aquí se narran ha sido Hornopirén. Este pueblo al sur de Chile es hoy en día el hogar de la industria salmonera que están envenenando todos los ecosistemas marinos de la zona. Con una narración de múltiples focos narrativos, este relato se teje como una denuncia ecológica y social. A cinco años de su lanzamiento, en un mundo en el que la desnaturalización del ser humano y sus nefastas consecuencias se palpan en todos los ámbitos del quehacer cotidiano, esta segunda novela de Ergas es una lectura que puede sonar actual, mas su tono y escritura me recuerdan a antiguas fórmulas narrativas de la literatura heroica, que, a mi modo de ver, no debieran replicarse más para abordar conflictos actuales como en esta novela se pretende.

Líneas ecológicas

He leído este libro al mismo tiempo que me enteraba del desastre ambiental que acontece actualmente en el Fiordo Comau (o Leptepu), un poco más de 60 kilómetros al sur de Hornopirén. Una gigante floración de algas (del plancton Heterosigma akashiwo) apareció en la zona. Esta planta, que comúnmente florece de forma natural en primavera, hoy lo hace de forma errática y masiva debido a la inmensa cantidad de materia orgánica que descargan las salmoneras en el mar. La concentración del  alga en estas cantidades es capaz de generar zonas muertas donde no prolifera la vida y que, además, paradójicamente, dan paso a la muerte masiva —por asfixia— de los salmones “cultivados”. La tragedia no termina aquí, puesto que gran parte de los peces muertos son desechados en el mar, sin tener claridad de los impactos que podría provocar en los ecosistemas marinos. Este no es un hecho aislado, la industria salmonera en Chile ha sido constantemente cuestionada, siendo la contaminación por antibióticos uno de sus principales problemas. 

La contaminación de la salmonicultura es uno de los motores principales del relato, el problema que aqueja todas las vidas de los habitantes de Hornopirén. Si bien la narración abarca un entramado de vivencias de hombres comunes, existe en paralelo otro relato, el de las fuerzas naturales. De esta forma, los graznidos épicos y atropellados de dos gaviotas son las voces que intentan contar la historia. A modo de coro trágico, estas relatan las desventuras de los hombres que habitan esta tierra y, desde sus perspectivas, dan cuenta del actuar humano frente a la naturaleza. No solo reclaman y denuncian, sino que además aclaman a un ser superior, a un ser que venga a restablecer el orden: “¿cuándo va a llegar nuestro salvador?” se pregunta continuamente una de las gaviotas narradoras. 

El graznar épico de las gaviotas 

Si bien la novela abarca abiertamente el problema medioambiental como uno de los motores narrativos, esta se teje en marcados conceptos y nociones clásicas que tienden a entorpecer la lectura ecológica. Tierras de aves acuáticas es un relato épico relatado por dos gaviotas, he aquí el primer gran oxímoron. Lo que me contraría no son dos animales contando una historia, idea que por lo demás me agrada, sino más bien, que el lenguaje usado sea el mismo que usa la humanidad y el sistema que se critica. Las gaviotas esperan la llegada del “salvador”, tal como cualquier cristiano a su dios. Este restaurador del orden es una especie de divinidad del mar, un hombre que se metamorfosea en ballena azul, que por lo demás es el animal más grande del planeta ¿Por qué el autor eligió al animal más grande? ¿Por qué se nos deviene como un dios? ¿Por qué previamente es un hombre? Todas estas características me recuerdan a la Odisea o cualquier relato clásico que luce maravilloso en su época. Estas dos gaviotas buscan graznar la gran historia, como lo hiciera un hombre antiguo contando un relato heroico de mortales y seres mágicos: en este caso, la de un gran Ballenato con el que los mortales —todos hombres— tendrán que enfrentarse. 

Una de las gaviotas dice: “La naturaleza no reescribió sus leyes para devastar a los hombres que, en el fondo, tan en el fondo que ellos mismos lo olvidaron, también son sus hijos”. Aquí hay otra piedra que entorpece la lectura: la humanidad, los mortales son hombres, salvo por una pequeña niña que es un personaje totalmente pasivo, en absoluta concordancia a los roles sociales que se critican (asumo que si alguien critica el modelo socioeconómico, también debiese cuestionar los roles de género acentuados y perpetuados en dicho sistema). 

Una crítica al sistema desde lo local

Hornopirén, pueblo considerado como la puerta norte de la carretera Austral, ha tenido la desfortuna de ser cuna de una de las tantas zonas salmonicultoras del sur de Chile y, porqué no, de sacrificio. Este es precisamente el problema que cruza cada historia de vida en Tierras de aves acuáticas. De alguna u otra forma cada personaje se ve amarrado a esta industria que envenena las aguas al sur del mundo. La novela muestra el actuar humano como una consecuencia del sistema socioeconómico que impera. Todos los personajes son víctimas de un modelo que encadena y arrastra con mayor fuerza a quienes quieran salir de esa lógica del capital. En este sentido, la narración se aleja del juego de buenos y malos, de ese binarismo tan propio de occidente y que ha hecho tanto daño, lo que se agradece.

Destaco, además, la crítica económica y social que se denuncia en esta narración, pero sobre todo su enfoque medioambiental. Hoy en día es crucial una literatura que ya no solo narre las miserias humanas, sino también los desastres ecológicos, la crisis medioambiental y sus causas. Valoro esto porque son urgente los discursos que miren los ecosistemas que habitamos en su totalidad y que den cuenta de la cadena de factores y sucesos implicados. Es necesario dejar de narrar la Historia y comenzar a mostrar mundos marginados no-humanos. Tierras de aves acuáticas no es el mejor ejemplo, pero es sin duda un intento

Ficha técnica:

Autor: Simón Ergas R.

ISBN: 10978-956-9495-15-2

Páginas: 312.

Colección: En Disonancia (narrativa Contemporánea).

Editorial: Oxímoron.

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