Artes escénicas

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Entrevista a Cynthia Montaño: «Las mujeres afro vivimos de una manera diferente por nuestra cosmovisión del mundo y de la sociedad»

Proveniente del Distrito de Aguablanca ubicado en la ciudad de Cali, Colombia, Cynthia Montaño reconstruye con su melódica y potente voz, la realidad por la que han pasado las comunidades más vulnerables de este país, debido al conflicto armado y los constantes despojos por parte del estado y sus múltiples gobiernos.

A través de su música, Cynthia Montaño transmite las historias de sus ancestros y de la comunidad indígena y afro-descendiente por parte materna y paterna, respectivamente. Cynthia desde muy pequeña se interesó por el arte, la literatura, la poesía y la música, que junto a su compromiso y pasión por transformar la sociedad la llevaron a participar de distintos proyectos comunitarios como la Escuela Comunitaria de Arte Lila. Como la artista nos cuenta, esta escuela busca “sensibilizar a los niños niñas, jóvenes, familias y a la comunidad en general frente a los Derechos Humanos, frente al cuidado de los derechos de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, frente al cuidado medio ambiente, la convivencia pacífica, la prevención del consumo de sustancias psicoactivas y la no violencia”.

Además de su trabajo como artista musical y comunitario, Cynthia también es gestora cultural y comunicadora social. Entre muchos de sus proyectos, destaca el documental Negro Pacífico, en el que estuvo a cargo de la producción de campo y la banda sonora. Desde ese entonces que Cynthia se ha volcado a construir un proyecto musical que se basa en la fusión de ritmos urbanos y folclóricos, que se mueve entorno al concepto de WorldMusic. Así, Cynthia transita no sólo a través de los ritmos asociados al hip hop como el reggae, el dancehall sino también a los distintos tipos de música del Pacífico, el afrobeat, la salsa, entre otros.

Hace unas semanas, previo a la pandemia del coronavirus, tuve la oportunidad de conversar con Cynthia y saber un poco más sobre su historia, sus influencias en su trabajo artístico y sus experiencias como organizadora comunitaria en el Distrito de Aguablanca en Colombia. Con gran carisma y apertura, Cynthia nos compartió sus reflexiones en torno a estos temas, además de sus ideas sobre el feminismo y la situación político-social de este país.

Nosotros somos muy sensibles a la música, el sonido, al arte y las grandes industrias lo saben y por eso utilizan estas herramientas para vendernos sus productos o sus ideales o la forma en cómo quieren tenernos sometidos. También es necesario que nosotros como artistas estemos conscientes de ese poder que tenemos en las manos y que pensemos cómo queremos incidir en nuestra sociedad, en las personas.

1. Sabemos que eres de Cali pero quisiéramos saber un poco más de tu historia ¿Dónde naciste y creciste? ¿En qué lugares has vivido?

Soy nacida en la ciudad de Cali, Colombia pero la ascendencia de mi familia materna es del Huila, territorio de los Andes de Colombia indígena y mi familia paterna es negra, del territorio de Tumaco Nariño. Ese queda como al sur del país. Aquí en Cali convergieron estas estas familias y pues ahí pude nacer yo, de esta unión. Yo vivido en diferentes lugares de la ciudad, principalmente en el Oriente de Cali, que es un lugar marginado porque la mayor parte de la comunidad, de la población, que aporta la mano obrera de la ciudad es de allí, del oriente del Distrito de Aguablanca. Allá hay una condiciones de marginalidad, pues por la pobreza, la dificultad en el acceso a la salud de calidad, la educación de calidad, el empleo de calidad, a la alimentación, y entonces eso genera otro tipo de problemas sociales como la delincuencia, el microtráfico, las fronteras invisibles, el consumo sustancias psicoactivas, entre otras. Sin embargo, el Distrito de Aguablanca, a pesar de todas sus problemáticas, es un lugar muy bonito porque también allá hay gente muy valiente, muy fuerte, que hace de este un territorio muy muy bello. Es un territorio donde florece la cultura. Es una forma de resistir ahí. Hay mucha danza, música, teatro, circo, es decir, la cultura ha sido como un medio también de escape y resistencia en esta parte de la ciudad, por eso la mayoría de las propuestas artísticas nacen de ahí por lo que podríamos decir que el Distrito de Aguablanca un semillero cultural.

El Distrito de Aguablanca es un lugar que ha aportado mucho a la construcción de la ciudad y al crecimiento de la ciudad y hay gente muy bonita allí,  seres humanos muy bellos, trabajadores echaos pa’ lante, como decimos aquí pues, para referirnos a la gente valiente, a la gente pujante, a la gente que insiste. Ahí hay muchos valores humanos que hacen que este lugar sea habitable todavía. Es como una parte del lugar donde yo crecí, casi siempre toda mi infancia la estuve viviendo allí, en el distrito aguablanca en diferentes comunas. Ahora ya no vivo allí, por diferentes razones personales, pero si sigo como al centro oriente de la ciudad aunque yo sigo trabajando en el Distrito Aguablanca, en la comuna 14, en el barrio las orquídeas tenemos una escuela de artes donde también pretendemos ayudar a disminuir todas las problemáticas del sector, pues a través de la música, de las artes plásticas, de la danza folklórica y de las expresiones artísticas y culturales.

2. ¿ En qué contexto, dónde y cuándo hiciste tu primera presentación en el ámbito musical?

Bueno la primera presentación la hice cuando tenía 7 años en el colegio. Yo estudiaba en un colegio de monjas y ahí pues lo que hice fue como una canción infantil pero luego yo me seguí presentando en mi colegio, en el barrio, en donde se me diera la oportunidad. Esto me ayudó  a perder un poco el pánico, el miedo al escenario y aprender un poco más sobre el escenario.

Fotografía por Innovafilms

3. Tu música tiene una combinación muy rica de otros ritmos como el R&B, el jazz, ritmos urbanos y tradicionales. ¿De dónde dirías que vienen este tipo de influencias? ¿Qué artistas o géneros musicales piensas que más marcaron tu propio proceso musical?

Mi música si tiene tiene muchas influencias. Yo diría principalmente que es porque Cali, (Colombia) que es la ciudad donde yo vivo, es una ciudad de migrantes. Aquí llega mucha gente de muchos de muchos territorios del país y Colombia es un país muy lleno de diversidad música,l entonces al llegar aquí estás diferentes culturas, inevitablemente yo me veo permeada de todas estas sonoridades: de la salsa, del rock, de la música al Pacífico, de los diferentes géneros que se escuchan acá. Eso de eso en un primer momento.

Lo segundo es que, en el 2007 más o menos, yo fui parte de un documental que se llama Negro Pacífico. Yo estaba haciendo la producción de campo y también la banda sonora de este documental y allí tuve la oportunidad de viajar a una parte del Pacífico colombiano que se llama Guapi Cauca. Esta es una de las regiones donde está la música del Pacífico, la música tradicional, y pues yo de ver a las cantadoras, a los Marineros, a escuchar la Marimba, pues sentí la necesidad de que esto estuviera reflejado dentro de mi música. Esa fue una de las experiencias que me marcó bastante y que hizo que mi música ya no fuera solo urbana sino que tuviera fusión.

Finalmente, una de los aspectos más importantes que le da la sonoridad a mi música, es que cada uno de los músicos de mi banda también tiene diferentes influencias musicales. Estoy hablando de la parte sonora solamente, las letras. Entonces esto hace que a la hora de hacer los arreglos todos aportemos y el expertismo de cada uno le de una sonoridad diferente a la música. El director musical de mi proyecto, es un gran músico y tiene la mente como muy abierta a este tipo de fusiones y escucha a todos los miembros de la banda y lo que hacemos es eso. Finalmente es una idea principal que la doy yo pero luego ellos, los músicos de mi banda, la van enriqueciendo entonces por eso suena así.

Ese sentido social, humano, espiritual, energético, que tienen las letras de mis canciones, es justamente en búsqueda de mejorar este mundo. Es una búsqueda de mejorar la humanidad y no solo quedarnos en la música.

4. Hablando de la composición de tus letras, ¿cómo es tu proceso de escritura? ¿Tienes algún lugar, momento, estado en particular para escribirla o es algo más que fluye de acuerdo de tus propias preocupaciones/experiencias?

Es un proceso largo porque primero lo que yo hago es sentirme conectada con una situación o alguna temática. Esas situaciones o esas historias las tomo de la cotidianidad, de lo que yo veo, de lo que comparto con la gente, entonces luego de como definir un tema, una historia que contar, empiezo a investigar sobre eso. Ese proceso de investigación lleva un tiempo y es después de ese proceso de investigación que me pongo a componer o a tejer las letras, como le digo yo. Entonces, eso lleva otro otro tiempo.

Para mí el proceso creativo se divide en varios aspectos, en varias fases, y finalmente pues es ahí donde empiezo. Cuando ya tengo todo estos elementos, empiezo a juntarlos y a construir las historias que quiero contar pero lo principal es eso; me tengo que sentir conectada con alguna situación para poder sentirla al momento de cantarla, para poder cantar la de corazón. Es decir, no es que me van a decir “escribe sobre esto” y ya me salió. No, tiene que ser algo que en realidad me mueva por dentro y de lo que yo pueda luego investigar y sentirme motivada a hablar frente algún alguna situación en particular .

Ese sentido social, humano, espiritual, energético, que tienen las letras de mis canciones, es justamente en búsqueda de mejorar este mundo. Es una búsqueda de mejorar la humanidad y no solo quedarnos en la música.

Fotografía por @josecaroph

5. Tus letras hablan bastante de reivindicaciones sociales, especialmente sobre la violencia hacia las comunidades afrodescendientes  y a las mujeres. ¿Puedes nombrar algunos hitos de movilización social y de mujeres afro en la ciudad de Cali que te haya marcado? ¿En qué año fue ese hito o esos hitos?

El tema social es algo permanente. No es que haya habido un acontecimiento específico, aunque sí han habido muchos, pero no es eso lo que ha movilizado mis letras, sino que permanentemente aquí hay conflicto. En Colombia llevamos más de 50 años de conflicto armado y en ese conflicto armado han sufrido mucho las comunidades más vulnerables; los campesinos, los indígenas, los negros, las mujeres, los niños, todos en general. Colombia vive en una desigualdad social tan grande que yo diría que nos marca y está allí latente lastimosamente todos los días. Desde antes de que yo naciera, esa historia ya la vivían mis abuelos, mis abuelas, mis ancestros y ancestras.Fue algo que los marcó a ellos, marcó sus días y posteriormente marcó la mía por el hecho de vivir en este país y tener que vivir directamente las consecuencias de ese sistema político y económico que tenemos en este país. Son situaciones sociales como la desigualdad, la pobreza, la falta de acceso a la educación, a la salud.

Las injusticias sociales que ocurren en mi país han motivado el que yo escriba estas canciones y, lastimosamente, no son coyunturales. No es algo que pasó y ya se va, sino que es algo permanente. Entonces, el sentir que mi país tiene tanto por dar, tiene tantos recursos, tantas riquezas pero que han sido tan mal administradas, y que la mayoría de la población colombiana vive en unas condiciones muy tristes y lamentables, como seres humanos, eso es lo que a mí me ha motivado a escribir, específicamente en canciones. No  es un acontecimiento en especial sino que es una realidad con la que aún convivimos todos los días familia.

En Colombia llevamos más de 50 años de conflicto armado y en ese conflicto armado han sufrido mucho las comunidades más vulnerables; los campesinos, los indígenas, los negros, las mujeres, los niños, todos en general.

6. ¿Te consideras feminista, por qué? ¿Cómo dirías que se vive este movimiento en Cali, especialmente entre las mujeres afro?

Yo te diría que soy defensora de los derechos de las mujeres desde que tengo memoria. Siempre he tratado de general reflexiones en torno al género, al ser mujer, desde mi arte, desde mi accionar diario y mi relacionamiento. Por esa parte podría decir que sí, soy feminista, sin embargo, decir que soy parte del movimiento feminista de determinada parte, pues no. Pienso que no porque desde mi visión como mujer negra, esta visión del ser mujer y relacionamiento con los hombres y la sociedad es muy diferente. Esto a lo que nos lleva a pensar es que dentro del feminismo, hay diferentes formas de vivir el feminismo y hay distintos feminismos. Las mujeres afro vivimos de una manera diferente por nuestra cosmovisión del mundo y de la sociedad. Entonces nuestra concepción de nuestro cuerpo, de nuestro espíritu, es muy diferente a como se ve normalmente en un movimiento feminista. En resumidas palabras soy feminista pero de otra clase de feminismo, de otra visión, de otra cosmovisión, de otra historia y de otros planteamientos

7. ¿Cómo te relacionas con las organizaciones mixtas de hombres y mujeres afro en Cali? ¿O solamente trabajas en organizaciones de mujeres?

Mi trabajo lo desarrollo con hombres y mujeres. En algunas ocasiones hay trabajo sectoriales diferenciales con mujeres específicamente pero mi trabajo es abierto para hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y adulto mayor. Es un trabajo muy incluyente y nos da la posibilidad de incluir a diferentes edades, diferentes géneros, diferentes  grupos poblacionales.

8. He leído sobre la Escuela Comunitaria Arte Lila. ¿Me podrías contar cómo y cuándo te uniste a este proyecto? ¿Cómo se relacionan estos tipos proyectos sociales con tu música?

La Escuela Comunitaria Arte Lila es un proyecto que surge porque hace más de 15 años yo vengo apoyando a la asociación de mujeres madres, cabeza de familia, que viven con VIH llamada Lila mujer. Yo desde lo que podía las apoyaba con mi canto, con mi arte, con mi congestión pero luego hace 4 años atrás , yo le dije a la directora de esta organización Janet Valencia,  que podíamos hacer algo más, que pensáramos en un proceso cultural que ayudara a disminuir las problemáticas del sector. Algo que le brindara otras posibilidades de ver la vida a los niños, niñas y jóvenes de sector. Esta escuela queda en la comuna 14 en las orquídeas. Desde ese momento que empezamos a desarrollar diferentes acciones y logramos consolidar lo que es la Escuela Comunitaria de Arte Lila. Es un proceso donde hay aproximadamente 40 niños y niñas y jóvenes, entre los 7 y 18 años. Reciben clases de música folclórica del Pacífico, danza folklórica del Pacífico, y artes plásticas.

Este proceso va encaminado a sensibilizar a los niños niñas y jóvenes y sus familias y la comunidad en general frente a los Derechos Humanos, frente al cuidado de los derechos de los niños, niñas, jóvenes y adolescentes, frente al cuidado medio ambiente, la convivencia pacífica, la prevención del consumo de sustancias psicoactivas y la no violencia. Y ahí vamos en el proceso, no ha sido fácil porque pues no contamos con apoyo estatal. Generalmente lo hacemos con recursos propios, algunas veces tenemos proyectos institucionales. Como hace dos años nos apoyó la Unión Europea y estuvimos financiamiento pero la mayoría de veces no tenemos financiamiento, entonces es difícil por eso. A veces abrimos, a veces nos toca cerrar hasta  conseguimos recursos pero es una intención que tenemos allí presente por la que trabajamos todos los días y que procuramos sacar adelante porque nos parece valioso sobre todo para esos niños, niñas y jóvenes del sector.

9. Considerando la canción “Quiero sanar”, ¿ves la música y el arte como una forma de “sanar”? ¿Piensas que es posible para las comunidades afro-descendientes y específicamente para las mujeres en Colombia poder sanar estas heridas con el recurso de tu arte? ¿Qué inspiró esa canción?

La historia de esta canción, está basada en la historia de mi familia, de mis ancestros y ancestras y de muchas personas en Colombia que viven en carne propia el conflicto armado. Inicialmente esta canción la hago porque me busca la Unidad de Restitución de Tierras, que es un ente gubernamental, que buscaba generar herramientas para que las víctimas conocieran sus derechos y supieran cómo reclamar sus tierras y todo. Lo querían hacer de forma muy didáctica, y buscaron a diferentes agrupaciones del país. Yo fui una de ellas en el Valle del Cauca en Cali y empecé a hacer esta canción pero como siempre hago un proceso de investigación para mis canciones, descubrí que esa era la historia de mi abuela, de mis ancestros y de mucha gente en Colombia.

Cuando estaba haciendo esa canción lloré mucho porque fue encontrarme con historias, que habían pasado en mi familia, con historias muy duras que se viven en Colombia por el conflicto armado, por la desigualdad social, y pues, fue muy emotivo ese proceso, muy profundo, muy sensible para mí. Muy duro pero finalmente logré hacer esta canción que se llama ´Quiero sanar´.

Desde muchos aspectos yo te podría decir que sí, que el arte es sanador y tiene un poder inmenso y si hablamos del sonido y la música mucho más. Estamos hechos de agua, nuestro cuerpo está hecho de agua y el agua responde increíblemente al sonido y por muchas otras razones. Nosotros somos muy sensibles a la música, el sonido, al arte y las grandes industrias lo saben y por eso utilizan estas herramientas para vendernos sus productos o sus ideales o la forma en cómo quieren tenernos sometidos. También es necesario que nosotros como artistas estemos conscientes de ese poder que tenemos en las manos y que pensemos cómo queremos incidir en nuestra sociedad, en las personas. Personalmente, lo hago como una estrategia de sanación, como un sentir y una propuesta de transformación de sociedad y humanidad.

 Las mujeres afro vivimos de una manera diferente por nuestra cosmovisión del mundo y de la sociedad. Entonces nuestra concepción de nuestro cuerpo, de nuestro espíritu, es muy diferente a como se ve normalmente en un movimiento feminista.

10. ¿Qué piensas sobre las grandes protestas que ocurrieron en Diciembre en Colombia, donde participaron principalmente jóvenes y mujeres?

Creo mucho en la movilización social porque desde allí las comunidades han logrado grandes cosas. En Colombia pues se han logrado grandes cosas, aquello que tanto se necesita, desde la movilización social. La movilización aquí se viene dando desde hace muchos años,  específicamente esa por la que me preguntas se viene dando desde el 21 de noviembre del 2019. Fue muy difícil porque después de que la gente marchó en paz y fue todo muy artístico, muy bonito, luego se generó una oleada de terrorismo como para desvirtuar la protesta social.  Eso generó mucho pánico, miedo, desestabilidad, inestabilidad entonces fue difícil, golpeó mucho la economía del país pero aquí se sigue dando la lucha, seguimos insistiendo.

Pienso que toda la comunidad en general jugó un papel muy importante en esta movilización. Los estudiantes siempre han sido un punto clave para estas movilizaciones. Hablo de las movilizaciones pacíficas porque no estoy de acuerdo con la violencia de ninguna manera y con expresiones violentas, que eso no nos lleva a lo que queremos. En esas movilizaciones, por supuesto, las mujeres también ha jugado un papel muy importante. Las mujeres afro, las mujeres indígenas, los movimientos feministas y los movimientos sociales han jugado un papel súper importante porque son las que salen a marchar, porque son los que denuncian. Además, esos son los que día a día le ponen el pecho al territorio y a las diferentes situaciones que se viven allí. La mayoría de líderes en los territorios son mujeres, lo que quiere decir que son las mujeres las que están construyendo ese tejido social, en las comunidades. Entonces, por supuesto, que la mujer juegan un papel muy importante en todo esto. Son una voz principal en la movilización social y del desarrollo social en Colombia.

11. Finalmente, ¿en qué otros proyectos estás trabajando actualmente?

Me encuentro trabajando en diferentes proyectos. Uno de ellos es mi proyecto artístico, estamos produciendo como algo en que se llama La Fábula, entonces estamos trabajando en eso en estos momentos. Estoy en diferentes proyectos sociales, haciendo talleres, trabajando con comunidades, también en la gestión de la Escuela Comunitaria de Arte Lila. También trabajó en diferentes proyectos de la ciudad; trabajo en un espectáculo que se llama Delirio, que es un espectáculo de salsa, uno de los más importantes del país, y en diferentes proyectos con respecto al arte y la música y proyectos comunitarios. En eso ando por ahora.

Fotografía por Juan Pablo Marín

Para contacto y más información sobre Cynthia Montaño visite su página web: https://cynthiamontano.com.co/

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