Los otros mundos que están (todavía) en este
Ää: manifiestos sobre la diversidad lingüística de Yásnaya Elena A. Gil Me movió el tapete se usa en México para indicar que algo o alguien
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“La historia la escriben los vencedores”, dice la famosa frase de Napoleón Bonaparte que se ha convertido en un lugar común para hablar de historia.
Esther Margaritas (Puerto Varas, 1992) es escritora autodidacta. En su trabajo artístico relaciona geografía y memoria a través de su identidad trans. Ha publicado los libros Irreverente, de la libertad al erotismo (Spam! Ediciones, 2017) y Lagrimal, cuando nos ajamos en la tarde (Ediciones La Polla Literaria, 2020). Actualmente escribe su tercer libro con el cual obtuvo la beca de creación del Fondo del libro y la lectura el año 2021.
“Las salas de enfrente […] fueron las primeras en desaparecer, luego los árboles y los cardenales fucsias que están a un costado del corredor, hasta
Vengo de una familia de clase acomodada, pero sin apellido ni redes de contactos. De izquierda, con padres que no han sido jefes de nadie
El violinista en el tejado es un musical estadounidense de 1964, ganador de 10 premios Tony, importantísimos galardones del teatro de ese país, específicamente para
En medio de las montañas selváticas de Antioquia, al noroeste de Colombia, yace un ataúd cerrado sobre la tierra húmeda. La visibilidad de los clavos
Es impresionante, por decir lo menos, que una obra de teatro publicada en 1957 por un escritor irlandés pueda ser representada en un país latinoamericano
A veces las películas que más nos mantienen atrapadas, en tensión y esperando el desenlace, son justamente aquellas en las que menos acción hollywoodense hay.
Hace años un hombre desnudo junto a mí me preguntó al tocar mi rodilla: ¿cómo te hiciste esa herida? Respondí que no lo recordaba, era una reconstrucción muy antigua de mi piel. El único registro era la historia de mi abuela diciendo que caí sobre un disco lleno de aceite. Preferí decirle que esa herida podría llevar su nombre y que, si deseaba, él podía contar la historia de aquella marca. Él tomó un lápiz de su velador y escribió su nombre sobre la piel quemada, bordeando el hueso con la punta de un lápiz azul. Así, durante años, se escribió sobre una piel renovada nuestra historia y también su distancia.